-Es demasiado cría,echará en falta a la familia,pensaba la madre.
-Por eso no te preocupes,en casa de mi cuñada recibirá un trato familiar.Además,le vendrá bien ganar unas pesetillas.
Al final,los padres se convencieron,y Astún y la peduga se quedaron sin su tata.
Con el paso del tiempo,se fueron enterando de que el trato familiar que se le daba consistía en comer sola en la cocina,distinta comida y ni una palabra amable.
Por aquella época,se recibió en el pueblo una carta procedente de Barcelona.Era una tarjeta de invitación de boda.Se casaba la hija mayor del tío y quedaban invitados.
Pero había algo en la tarjeta que no acababan de entender: ES OBLIGATORIO VESTIR DE ETIQUETA.
-Y¿ cómo se viste de etiqueta?,preguntaba Astún.
-Sin quitar la etiqueta del precio...,contestaba la peduga.
-Mañana le preguntaré a la maestra...
Cuando ésta les informó de lo que era,se quedaron pensativos...,
-Mama,en la falsa hay un sombreo de paja,¿te lo bajo?
Todos rieron la ocurrencia de Astún,que había oído algo de un sombrero.
Por la noche, la madre soñó que estaban en el Sepu de Zaragoza...,que una dependienta les iba enseñando modelos...,esmoquín para el padre,vestido largo y sombrero para ella.Se fueron probando de todos los colores...¡Qué guapos estaban!
Al despertar,y volver a la realidad,decidieron no asistir a la boda.Que fueran los de su clase...
Astún se alegró de que no fueran.A esa prima no le tenía ninguna simpatía.Durante un año había estado bordando una mantelería para ella y no le había dado ni las gracias.Nunca lo olvidaría.
¿Qué modelo hubierais elegido?Yo me quedo con el lila.
ResponderEliminar¡Pobre gente rica!
ResponderEliminarBuenos dias
ResponderEliminarAquí ando comiendome a vuestra salud unos lazos de Jaca,que me trajeron ayer, de la pasteleria La Suiza de la calle Mayor de dicha localidad.
En cuanto a los vestidos no tengo duda de que tienes mejor gusto que yo,pero haré de Pepito Grillo,y aunque el vestido me gusta,le encuentro que para una boda tiene blanco en exceso a pesar de los detalles en lila.Y en las bodas de blanco las novias tengo entendido.
Dicho esto yo me vestiria de etiqueta por primera vez en mi vida,si llevase del brazo a Astún engalanada con el vestido en cuestión.
No seré yo quien juzgue a tu familia,Astún,pero el pedirte etiqueta en aquellas epócas y enviarte la invitación (siendo conocedores de los tiempos que corrian) era una forma de decir "enviame el regalo y no vengas".
Veo que en la invitación la boda se celebraba en Santa Maria del Mar.Mucha gente desconoce que es la verdadera catedral de Barcelona,la medieval,la de los Reyes de Aragón y su corona.
Para poder casarse en ella los plazos eran (y son ) larguisimos,y es una señal de pijerío.
Lo del Hotel Bellavista,es de tu invención ?.Si existió a finales de los 60 o primeros de los 70 ya no existía con tal nombre.Quizas con invitados de tan alto copete se retiraron pronto del negocio.
En cuanto al resto,y el trato a la tata,recuerda a una versión de la cenicienta,pero tambien era una practica habitual en aquellas décadas.
A mi me han contado unas cuantas historias de estas,algunas en el valle de Salazar,en Navarra,que ademas debian estar solas por las bordas y eran victimas de toda clase de abusos,no solo de explotación laboral y maltrato fisico.
Homo homini lupus...
Ah ¡ y encuentro más elegante que un sombrero de copa (el que mejor lo llevaba era Fred Astaire,y el que mejor lo contaba Buero Vallejo)una buena boina,la de tirando a txapela no la de Marianico el corto.
Saludicos
Javier
¡Buen provecho!,sin duda serán unos dulces exquisitos,dada la procedencia.En cuanto a los vestidos,tienes razón en cuanto al blanco,se me pasó por alto ese detalle,pero están el verde y el azul,quizá no los veas,porque pasan cosas raras con los dibujos.
ResponderEliminarA la boda,por supuesto no fue nadie,regalo no sé si se haría,pero seguro que algo cayó,porque en los pueblos no hay frontera entre ser bueno y ser tonto.
Y,desde luego,lo peor es ser pijo sin fundamento.
A pasar buena semana todos.
Me gusta ese tono azul,tiene algo como de color pastel que me encanta.El caballero como muy rockero.
ResponderEliminarDada la boda vestir asi es "pour épater les bourgeois" ya que dudo que tuviesen ese concepto de la etiqueta jeje.Pero me apunto.
Javier
Dado que mi color es el verde (esperanza) yo me hubiese colocado ese traje, quizás demasiado verde, el sombrero lo hubiese cambiado por uno negro en conjunto con el chal.
ResponderEliminarTe habrás dado cuenta que cada vez escribo peor, no sé si es por las prisas ó porque estoy perdiendo facultades, me da que pensar.
A mi acompañante le hubiese puesto el smoking gris y negro.
De un tiempo a esta parte me niego a andar con prisas.Me he pasado más de media vida corriendo de un lado a otro,siempre con prisas,urgencias y cosas que te piden ahora y son para ayer.
ResponderEliminarDoy por supuesto que el mejor vino se convierte en vinagre,y aunque sea bueno,vinagre al fin y al cabo.Quiero decir que las facultades de todo tipo van mermando por que asi es la naturaleza de las cosas.Por ello he decidido paladear lentamente las cosas,sin prisas,sin agobios...como si tuviese todo el tiempo del mundo...saboreando estos dos dedos de vino que quedan en la copa.
Cada color tiene su encanto,y eso es lo bonito,variedad,la riqueza de gustos y personas para ellos.
No dudo que lleveis lo que lleveis estareis siempre guapisimas.
Javier
Javier, cuánto siento estar de acuerdo contigo repecto al comentario que haces..., y digo que lo siento porque me atañe a mí, la verdad es que me estoy volviendo bastante "avinagrada".
ResponderEliminarTienes suerte de vivir sin prisas y sin agobios, algo que visto así parece fácil y hay ocasiones que algo que parece tan sencillo no lo es.
Astún, respecto a tu entrada te diré que hicieron bien tus padres en no asistir a tan "rancia" boda. En el trato que le daban a tu hermana sólo pienso en lo mal que lo tuvo que pasar con catorce añicos y en una ciudad totalmente desconocida.
Me imagino que ese trato era muy común en muchas casas, mi vecina de verano aquí en el pueblo me contaba algo parecido que le ocurrió a ella y además me lo conto este verano reciente.
Abrazos.
Hola Cincovillesa
ResponderEliminarno he dicho que viva sin prisas, he dicho que me niego a hacerlo.Estoy en plan tortuga,poniendome el caparazón.
En cuanto a lo del vinagre,por desgracia y por lo que veo es bastante inevitable.
Parece que llevamos una mochila en la que cada dia entra algo,unas veces un peñasco,otras un ladrillo...y al final la más pequeña mota de polvo hace que su peso sea insoportable.
Dicen que la felicidad es un estado de anímo,y uno hace cada dia intención de estar contento,pero la realidad y los hechos no dependen de uno, y si mucho de los demas.
Quizas por eso uno envidía a aquellos antiguos eremitas y ermitaños,que como en los versos de Fray Luis de Leon huyen del mundanal ruido y siguen la escondida senda de los pocos sabios que en el mundo han sido.
Que tengais un feliz dia.
Javier