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Años 40...,en un café de Erla sonaba una bonita canción:
Perico,Perico ,Perico,
Al mismo tiempo...,dos guapas camareras...,servían cafés y copas,bajo la atenta mirada de la dueña.
Una de ellas era de un pueblo cercano,la habían contratado para San Miguel en una casa fuerte del pueblo...,pero cuando se presentó le dijeron que,sintiéndolo mucho,no la necesitaban.Se encontraba en ese momento en dicha casa la dueña del café ,que le dijo:
-No te preocupes,hija mía,que en la calle no te vas a quedar...,vente a mi casa que necesito una buena moza como tú.
-Gracias,señora,no se arrepentirá...
Y se la llevó a su casa...,desde ese momento la trataron como a una hija y ella correspondió con su trabajo y dedicación,siendo muy querida por la familia y los clientes.
La otra camarera era del pueblo y se llevaban muy bien,eran como hermanas y a cada cual más guapa,siendo piropeadas por todos los que acudían al café.
Cuando en el pueblo había algún acontecimiento,como bodas,bautizos,etc,preparaban chocolate y lo llevaban a las casas,si la familia era generosa el chocolate era abundante y llegaba para todos.
Y la vida en el café iba transcurriendo de una manera tranquila,con sus conciertos,sus copas,sus puros,sus guiñotes... ,reflejando la propia vida del pueblo.
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Querida Astún:Yo creía que la hija de los dueños del café solamente tocaba el piano eso sí a las teclas les hacía "hablar". Pero vamos yo estoy segura que constatas muy bien las noticias y tus fuentes de información son de una "veracidad" que no hay que poner en duda.
ResponderEliminarHablas de las dos camareras, me parece que son dos personas a las que tengo un cariño especial.
La del pueblo puede ser una morenaza de ojos verdes, que hoy día Sara Carbonero a su lado quedaría eclipsada. La otra del pueblo vecino una persona esbelta, delgada con una sensibilidad enorme y una cultura fuera de lo común. Para las dos desde estas líneas mi más sentido afecto.
La letra de la canción no tiene "desperdicio". Me hubiese gustado oirtela cantar a ti personalmente. La verdad que me ha hecho reir cuando he abierto tu comentario, todavía ahora sigo haciendolo. Sigue en esta línea que nos alegras la vida.
Querida Cincovillesa,según mis fuentes de información,la hija de los dueños,además de tocar el piano,cantaba como los ángeles,haciendo sombra a las cantantes de todas las compañías que por allí pasaban.Consulta con tus fuentes y contrastaremos las dos informaciones.
ResponderEliminarRespecto a las dos camareras, las has definido con mucha precisión.Las dos han hecho del trabajo y de la familia su religión particular,al igual que otras muchas madres...,que todos conocemos.
VEO QUE TU PUEBLO TENIA DE TODO..........HASTA PIANISTA ¡¡¡¡TODO UN LUJO¡¡¡¡.
ResponderEliminarUN BESICO.
Sí,Clari,un pueblo bastante completo,algún día te llevaré a conocerlo.
ResponderEliminarya me gustaria...........y de berdad.
ResponderEliminaralgun dia sera jejejejjeje
Luego fue casino y habia salon de baile y cine,que recuerdos.
ResponderEliminarDanuvio Azul. Este era el nombre del salón de baile...
ResponderEliminarRecuerdo que algún año hicimos allí la peña para las fiestas de mayo.
ResponderEliminarMi más afectuoso agradecimiento por las muestras de cariño tanto a Astún como a Cincovillesa, yo también os llevo en el corazón.
ResponderEliminarMientras me leía mi nieto el artículo me han venido a la memoria todos aquellos momentos vividos, muy duros pero bonitos. Me acuerdo de mi compañera con la que hacíamos interminables jornadas de trabajo sirviendo a los clientes y fregando infinitas pilas de vasos, tazas y platos, aunque más que compañera la podría llamar hermana por el vínculo afectivo que surgió entre nosotras. Hace mucho tiempo que no tengo noticias de ella pero le deseo que se encuentre bien ya que las dos tenemos muchos años.
Gracias Astún por recuperar estos pasajes de nuestra vida. Un abrazo.
Querida Eladia,me alegro mucho de que me hayas escrito estas letras tan bonitas y tan sentidas,más a la vejez, que se sienten más las cosas.Yo no he olvidado nunca tantas horas en tu compañía, tantas noches que dormimos juntas,tantos ratos de trabajo y tantas risas que nos echamos mientras trabajábamos,sobre todo cuando algunos abuelos nos querían para nueras...Ahora mi salud está un poco resentida,pero es que son muchos años.Un abrazo.
ResponderEliminarCADA DIA ME GUSTA MAS ESTE BLOC.
ResponderEliminarES TAN BONITO Y TAN REAL, QUE HABECES AL LEERLO TE PONE LA CARNE DE GALLINA.
COMO AHORA CON LA CARTA DE LA BALTASARA Y LA CONTESTACION DE FACUNDA.
SIGUE ASI QUERIDA AMIGA Y NO TE CANSES NUNCA DE ALEGRARNOS CON ESTAS ANECDOTAS.
HASTA PRONTO EN EL CAFELITO, CUADO PUEDAS Y DONDE QUIERAS.
UN BESICOOOOOOOOOOOOO
Qué alegría Facunda que todavía mantengas esos recuerdos de nuestra juventud, yo también los guardo en la memoria. Mi salud tampoco es de oro pero hemos sido y somos mujeres fuertes, de las que ya no quedan (esto último no lo dice ella pero lo digo yo que soy su nieto y soy el que escribe sus palabras).
ResponderEliminarAprovecho para felicitarte a ti y a tus hijas la Navidad, que la disfrutes en la mejor compañía.
Un abrazo muy fuerte de toda mi familia y, por supuesto, de mi parte.
Eladia,lo mismo os deseamos a todos vosotros,mucha felicidad y sobre todo algo de salud,que es lo que más falta nos hace.Un abrazo para todos.
ResponderEliminarFacunda y Eladia, creo que muchas personas os quieren. Os queremos.
ResponderEliminarA mí en especial, me emociona, siempre que tengo ocasión de escuchar las cosas de todas las personas mayores, sabias y bondadosas.
Si por añadidura, me explican cosas de mis parientes más queridos, ni te cuento. Gracias a las personas mayores; gracias a vosotras dos.