El tejado

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-¡Cómo llueve...!

-¡Mira cómo caen las canaleras!

-¡La calle parece el Arba...!

A nosotras nos gustaba mucho mirar por la ventana cuando llovía,después salíamos a pisar los charcos del Barrio el Aire con las cachuscas,pero nuestra madre no estaba tan contenta.

-Esto no puede ser,no doy a basto a poner barreños en todas las goteras...,tendremos que tomar una determinación y arreglar este tejado de una vez,o cualquier día nos caerá encima...

-Bueno mujer,voy a avisar a Fidel y que nos lo haga en cuanto pueda,contestó mi padre.

-¡Bien,entonces no iremos a la escuela...!

-Eso ya lo veremos...,por vosotras,siempre fiesta...

En un par de semanas ya estaba Fidel en casa,con la ayuda de nuestro padre levantaron las tejas y los cañizos,quedando a la vista los deteriorados maderos.

Por la noche echaron una lona por encima porque estábamos a mediados de enero y el cielo amenazaba lluvia o nieve.

Aquello para nosotras era una fiesta...,debajo de la lona, al calor del hogar y bien tapadas, escuchábamos las historias que nos contaban nuestros padres...,y nos hacíamos las remolonas para ir a la cama.

-Mama,cuéntanos el viaje a Francia.

-Ya os lo he contado mil veces...

-Bajasteis hasta Ayerbe con un camión...

-Sí,el de los muebles.

-Y¿ en Ayerbe cogisteis el tren...?

-Lo cogimos,pero antes de llegar a Jaca se paró...

-¡Se pusieron las vacas en medio de la vía...!

-No,había pasado algo muy gordo...,cosas de política...,habían matado a alguien muy importante...,eran creo que dos capitanes,se llamaban Galán y García,y no pudimos seguir.

-¿Os quedasteis en el tren toda la noche?

-Sí...,al día siguiente vino a buscarnos un tío que vivía en Jaca y nos llevó con él,más tarde pudimos seguir con el tren correo,pero pasamos mucho miedo...

-Papa,cuéntanos tú lo de los frailes de Monlora...,eso de que picaban y picaban dentro de la montaña hasta que un día aparecieron en la huerta los frailes...

-Venga a la cama que por la mañana no hay quien os mueva...,¿habéis hecho los deberes?

Y tuvimos que irnos a dormir...

Mientras ellos seguían hablando:

-Dios quiera que aguante esta noche sin llover...

-Sí mujer,que hay muchas estrellas...

Al día siguiente:

-Astún...,los deberes.

-Es que...

-No los ha podido hacer porque no había luz en casa...

-Anda,qué mentira,en la mía sí que había,y vivimos en la misma calle...

-Tú cállate, chivata...

-A ver,a ver...,calma...,Astún...,sin recreo.

-Pero es verdad...,no teníamos luz...

-A callar...,castigada.

Un par de días después,con la ayuda de algunos vecinos,el tejado estaba terminado,aquella misma noche...cayó la mayor nevada de todo el invierno....,pero ya no hubo que poner los barreños.

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¡VIVA SAN SEBASTIÁN!

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Aquella tarde había gran actividad en la casa...,las crías no hacíamos más que subir y bajar escaleras...primero a la falsa,de la falsa a la bodega,de la bodega a la cuadra,otra vez a la falsa,al corral...,el motivo era que buscábamos material para la hoguera de aquella noche,la hoguera de San Sebastián:

-Mama,¿puedo coger este capazo?

-Deja ese capazo en su sitio,que está nuevo.

-Pero si está agujereao...

-Que lo dejes,ya lo arreglará la Martina del Chato cuando venga.

-Es que no hay nada...

-En la bodega hay un roscadero viejo que dejó vuestro padre,lo podéis coger.

-¡Bien!

-Al año que viene estarán los cañizos del tejao,que hay que arreglarlo...


Durante los últimos meses habíamos ido recogiendo ramas y troncos por la arbolera,cartones,maderas,cañas...,cualquier cosa que ardiera...,y lo guardábamos en el corral;éste era el momento de sacarlo a la replaceta y amontonarlo con todo lo que sacaban de las otras casas...,las aliagas que iba trayendo José...,los fajos de leña de algunos vecinos...,pero no era suficiente...,queríamos que nuestra hoguera fuera la más grande del pueblo,sobre todo más grande que la del plegadero,que nos había ganado el año pasado...,claro,allí estaba la panadería de Hipólito...,el Volante...,casa de la Sebastiana...,era imposible competir con ellos,tenían cajas de frutas...,de bebidas...,sacos de papel...,de todo...,a veces,si no se daban cuenta, nos llevábamos algo para la replaceta.

También íbamos por las casas de las vecinas,la tia Faustina,la tia Josefa,la tia Margarita(nuestra tía),la siña Rufina, la tia Niceta,la siña Margarita,la tia Blasa...,recogiendo todo lo que nos daban.

Al llegar la noche la hoguera se encendió:

-"Viva San Sebastián"

-"Con la bota y el pan"

Al poco rato ya me cansaba.


-Mama,¿me puedo ir a ver la del plegadero?

-Bien,pero llévate a tu hermana.

-Vale...,vamos peduga.

Marchamos para allá...,había tanta gente que,a la hora de volver a casa,no encontraba a mi hermana,menudo susto...,nadie la había visto,me desgañité de gritar...y nada,cuando ya volvía a casa desesperada me la encuentro jugando tranquilamente con Angelito en su puerta...,me la hubiera comido viva,pero mi alegría pudo más y me contuve.

Aquel año también nos ganó la del plegadero,pero la de la replaceta fue la más visitada,vinieron de las garitas,del barrio el molino,de las eras...,de todo el pueblo,y a todos los invitamos a refullao y un trago de vino en la bota.

Los escaparates de Reyes

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Una...dos...tres..........nueve y diez ,,una peseta ; una...dos...tres...........nueve y diez , dos pesetas ; así contábamos con mi hermana mayor las perras gordas que habíamos ido ahorrando desde el verano para hacerle un regalo a la pequeñaja...,total...tres cuarenta.

-Mañana nos la llevamos a ver los escaparates y nos enteramos de lo que le gustaría.

-Eso,pero...¿nos llegará con estas perras?

-Que sí,que son muchas.

-Pues si nos sobra algo nos compramos chuches para nosotras.

Y bien temprano,marchamos a lo nuestro.

Al llegar al plegadero nos encontramos a la Rosario que venía de comprar y le preguntamos si ya estaban los juguetes en los escaparates,nos dijo que sí y marchamos todas contentas.

Primera parada: "Casa Agustín Barón".

-Aquí no hay juguetes...sólo comida ,turrón y vino.

-Corre...,corre...,no vaya a salir...

Segunda parada: "La Confitería"

-¡Oh...mirad,qué juguetes tan chulos...

-¡Una cocinica...,y una plancha!

-Y una muñeca con su cochecico...

-Qué te gustaría que te trajeran los reyes?-preguntábamos nosotras.Pero ella...ni mu.

Tercera parada: "Casa Ruiz"

-Mira cuentos...

-Y un plumier de dos pisos...

-Pinturas...lapiceros...gomas...

-¡Cuántas cosas!

Por nuestra parte la misma pregunta y la misma respuesta...,nada.

Cuarta parada:"Casa Pablo"

-Esto es todo para críos...

-Sí,coches ,tractores,escopetas...

-Mirad,qué bici más chula...

-Y un patinete...

-¿No te gustaría que te trajeran los reyes esa pelota?

-Y dale con los reyes...,pero ¿es que aún no sabéis que los reyes son los padres?

Nos dejó con un palmo de narices...,la mocosa esa.

Así que volvimos a Casa Ruiz y nos compramos el libro de cuentos para las tres.

NOCHE DE REYES

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Acababa de llegar de los desiertos africanos...,y apenas pisé las calles de aquel pueblo medio dormido,empezó a oírse un murmullo de voces...¡el rey!...¡el rey!...,todos los niños del pueblo se asomaban tímidamente a la ventana...,era la noche de reyes y tenían la esperanza de que algo mágico iba a ocurrir.

Y ahí estaba yo...,nos habíamos repartido el trabajo con los otros compañeros y me había tocado esta zona,así que me dispuse a realizar mi trabajo, visitando a alguno de los niños que nos habían escrito la carta.

-Pase pase,rey Baltasar...,se tomará algo calentito.

-Se lo agradezco,señora,porque por estas tierras hace mucho frío.

-Sí...,los inviernos son heladores.

-¿Dónde están los niños?

-Ya están durmiendo...

-Bueno...les dejaré los juguetes aquí,al lado del hogar.

En realidad estaban escondidos detrás de la mesa,muertos de miedo.

-Buenas noches señor rey.

-Qué niños más guapos tiene...,¿cómo se portan?

-El mayor bien...,es estudioso y obediente,pero la pequeña me hace rabiar un poco...,ahora no se quería comer las sopas...

-Sí que quiero...

-Ahora se las comerá todas...y después...después...¿qué pasará después?

-Los juguetes...

-Eso es...los juguetes.

-Justo llega a la hora de cenar,siéntese.

-Muy amables...huy,cuánto niño hay por aquí.

-Tenemos cuatro,tres chicos y esta chica tan guapa...;

todos los pequeños estaban algo atemorizados por mi presencia...,bueno todos no...,el más chiquitín me miraba atentamente,sobre todo mis pies,hasta que de pronto exclamó con su media lengua:"los zapatos...,los zapatos...de la tata".

Todos nos quedamos mirando y pensando..."lo que se le escape a un crío..."

Por cierto,el niño se llamaba...,Carlitos; hoy...Carlos.