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Día 30 de abril,años 60,hora del recreo en la escuela de Erla...,las alumnas están jugando por grupos,y por todo el patio se oyen diversas cantinelas:
-Que venga, que venga, color... azul.
-¿Quién te ha pegado?
-Quiquiriquí.
-Tráemelo de la orejica aquí.
O bien:
-La torre un guardia,la torre un guardia,la voy a destruir.
-La torre un guardia,la torre un guardia,no la destruirás.
Mientras unas jugaban,otras,entre las que se encontraba Astún, aprovechando algún despiste de las maestras,charraban con un grupo de críos a través de la verja,oigamos lo que decían:
-¿Vais a ir mañana a Monlora?
-Nosotros sí.
-¿Ya os dejan ir solos?
-¡¡¡Sí!!!
-¡Qué suerte!,a mí no sé si me dejarán,comentaba Astún, porque me mandaron a casa Josetes a vender una docena de huevos,se me cayeron y...,menuda tortilla, no me atrevía a volver a casa,aún les dura el enfado.
-Bueno,pues al que le dejen,mañana a las 8:00, en la fuente.
-¡Chicos,chicos,que viene don Mariano...!
Se apañaron como pudieron para conseguir que los dejaran y antes de las 8:00 ya estaban todos en la fuente,con sus companajes al hombro,a Astún le había puesto su madre una tortilla de patata para almorzar y un par de filetes de lomo rebozados para comer,metidos en la fiambrera de aluminio,envuelta en una servilleta de cuadros.
Pasaron por la fuente la teja,cruzaron la carretera y llegaron al corral de Mariano Ungría(marianungría)donde cogieron el camino;antes de encontrarlo se perdieron por los campos,fueron pisando todas las huebras...,iban felices,se reían...,era una fiesta...,al fin alcanzaron el camino.
Cuando llegaron a la roca de los deseos,se sentaron a descansar y se comieron el bocadillo,después... lanzaron las piedras y pidieron un deseo...(¿cuál sería mi deseo en ese momento?,me gustaría recordarlo),y continuaron el ascenso cantando:
Cuando de mi patrona,
voy a la ermita
se me hace cuesta abajo,
la cuesta arriba,
y cuando bajo lerén,
y cuando bajo,
se me hace cuesta arriba,
la cuesta abajo.
Al llegar a la cima comprobaron que ya estaba llena de gente de toda la comarca,que habían llegado con tractores,carros,galeras...,todos buscando sitio para hacer el rancho...,el ambiente era de un gran colorido y mucho bullicio,era un día auténticamente primaveral.
Entraron a visitar a la virgen y a encender alguna vela por encargo de sus madres,también les gustaba pararse a mirar todos aquellos brazos,piernas,y demás recuerdos que rodeaban el altar de la virgen, y leer lo que en ellos ponía...,todo era muy misterioso para ellos.
A la hora comieron tranquilamente debajo de un pino,y después se pusieron a jugar,hasta que llegaron por allí una pandilla de chicos de Luna y empezaron a insultar,ellos les contestaron y acabaron a pedrada limpia,por lo que la bajada al pueblo no fue tan alegre...,iban llenos de chichones y prometiendo venganza si alguna vez se acercaban por Erla esos desalmados.
¡Qué calores hemos pasado por ese sendero!
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