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A medida que el grupo de amigas iba creciendo en edad,se iba reduciendo en número, cada una se unía con aquellas con las que más afinidad tenía,así,al llegar a la adolescencia,Astún ya tenía a su amiga del alma,con la que compartía sus aficciones y sus pequeños problemillas propios de la edad.
Un día de verano:
-Mañana estrenamos los biquinis...
-Sí,nos iremos al paso cabañal...
-Y si nos ven?
-Que nos vean...
Dicho y hecho,al día siguiente,conscientes de que podían ser vistas,cogieron los bártulos y marcharon al paso cabañal,el lugar estaba lleno de árboles y vegetación,sacaron su"crema"(aceite mezclado con vinagre),y se tumbaron en unas piedras del Arba:
-¿No escuchas ruidos raros?
-Sí,de hierba que se mueve...
-Creo que hay alguien escondido...
-Sí,sí,mira con disimulo detrás de aquel árbol...
Efectivamente,detrás de un árbol aparecía la cabeza de una persona a la que identificaron como un vecino del pueblo:
-¿Nos vamos a casa?
-Ni hablar,de aquí no nos movemos,faltaría más...
Y se quedaron tranquilamente tomando el sol.
Fueron los primeros biquinis que se veían en el pueblo y era normal que causaran sensación,más tarde,cuando inauguraron las piscinas,esto se convirtió en algo habitual y ya se empezó a ver con naturalidad.
Los biquinis de Astún,hechos por su madre,siempre han llamado la atención por su colorido y vistosidad.¡Ah,y por lo bien que le sentaban...!
Astun Astunnnn
ResponderEliminarTu siempre pionera jajajjajajaja hasta en los biquines del pueblo..........guapaaaaaaa
Aquellos bikinis de ganchillo,los recuerdo,preciosos.
ResponderEliminar¡¡¡GUAPAS!!!
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