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Corría el mes de julio de 1961,Astún se había sacado el certificado de estudios primarios,finalizando así su vida escolar,y sus tíos le propusieron pasar con ellos parte de aquel verano en Paules, haciendo compañía a sus primos, que eran pequeños.
Por las mañanas solían pasear por la única calle del lugar, imaginando quién podía haber vivido en aquellas casas en ruinas...,inventando historias que los niños escuchaban con gran interés;o se metían en aquel jardín lleno de árboles frutales a comer ciruelas,generalmente crudas,pero que les sabían a gloria...;después descansaban a la sombra,sentados en el pozo,delante del castillo,mientras Astún les contaba cuentos.
Otros días se acercaban al lugar donde su tío cuidaba el ganado...,si había suerte, presenciaban el nacimiento de algún corderico, o les dejaban darle el biberón a alguno de los recién nacidos,al tiempo que los niños le hacían mil preguntas a su padre, que eran contestadas por éste con la gran sabiduría que caracteriza a los pastores,a los que la vida del campo hace grandes filósofos.
Cuando el sol comenzaba a calentar,quedaba el rebaño acalorando y todos regresaban a casa.
Al atardecer volvían a ver ordeñar las cabras...,y se llevaban la leche, que luego bebían tan a gusto para desayunar o para merendar convertida en ricas farinetas.
Para Astún ese fue un verano muy especial...,aunque algo corto, porque nuevas obligaciones la llevaron por otros derroteros.
Por las mañanas solían pasear por la única calle del lugar, imaginando quién podía haber vivido en aquellas casas en ruinas...,inventando historias que los niños escuchaban con gran interés;o se metían en aquel jardín lleno de árboles frutales a comer ciruelas,generalmente crudas,pero que les sabían a gloria...;después descansaban a la sombra,sentados en el pozo,delante del castillo,mientras Astún les contaba cuentos.
Otros días se acercaban al lugar donde su tío cuidaba el ganado...,si había suerte, presenciaban el nacimiento de algún corderico, o les dejaban darle el biberón a alguno de los recién nacidos,al tiempo que los niños le hacían mil preguntas a su padre, que eran contestadas por éste con la gran sabiduría que caracteriza a los pastores,a los que la vida del campo hace grandes filósofos.
Cuando el sol comenzaba a calentar,quedaba el rebaño acalorando y todos regresaban a casa.
Al atardecer volvían a ver ordeñar las cabras...,y se llevaban la leche, que luego bebían tan a gusto para desayunar o para merendar convertida en ricas farinetas.
Para Astún ese fue un verano muy especial...,aunque algo corto, porque nuevas obligaciones la llevaron por otros derroteros.
Solo reconozco el Castillo de Paules...
ResponderEliminarPor cierto, me encantan esos dibujos que haces.
ResponderEliminarA lo mejor ahora sí que reconoces a alguien...,con bastante imaginación,claro.
ResponderEliminarMe alegra que te gusten mis dibujos,me entretengo mucho haciéndolos.Saludos Perla.
Tengo una ligera idea.
ResponderEliminarYo en esa fecha... no estaba ni pensado!!!
ResponderEliminaryo para esas fechas ya era mozita jejejejejejje.
ResponderEliminarpero no habia terminado los estudios primarios como tu.............
besotesssssssssssssss
Porque eres más jovencita...
ResponderEliminarEste dibujo te ha salido "bordado". En esta etapa de tu vida, te podrías ganar muy bien la vida como dibujante de "comics".
ResponderEliminarFELICIDADES y "VIVA ESPAÑA"y su Selección.
SI SI SI ES POR ESO SI.................
ResponderEliminarme gustaria saber algo mas de la historia de paules y su castillo sabeis donde puedo encontrarla y felicidades me a encantado tu dibujo
ResponderEliminarEn internet tienes la información básica,si no puedes acudir a información y turismo de Ejea de los Caballeros.Saludos.
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